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No es gustar, es querer
Este one shot es la continuación de Un mago del futbol, esto no será un fic, sino más bien una serie de one shots. Terminar un fic es complicado para mí, por eso decidí quitarle presión y manejarlo como una serie y no un fan fic.
Pareja: Sergio Ramos y Mesut Özil
El sol había
concluido su peregrinar por el cielo madrileño y encontró refugio bajo el manto
del horizonte, a lo lejos podían notarse algunos retazos de pinceladas violeta
que convivían con el azul que se oscurecía cargando el ambiente de cierta
opresión que no pasaba desapercibida. Mesut estaba nervioso aunque serio como
siempre; era Sergio quien manejaba con la vista siempre en el camino y de vez
en cuando dirigía una mirada de soslayo al otro joven quien parecía un poco
hundido en el asiento. El auto se detuvo frente a la casa del defensa y fue él
quien bajó primero del automóvil, no sin antes dirigir una mirada al alemán que
no cesaba de ver a un punto en particular, abrió la puerta del copiloto y se
recargó en el marco de la misma.
—¿Te vas a
quedar ahí?—preguntó con una sonrisa en los labios.
—N-no…estaba
pensando—dijo un poco quedo en el idioma del defensa.
—¿Vamos?
Y la pregunta de
Sergio se quedó sin respuesta verbal; el nacido en Alemania se incorporó del
automóvil y juntos caminaron hacia la casa en medio de un silencio extraño que
no dejaba de ser incómodo pero que fue dosificado con las sonrisas que se
formaban en el rostro de Ramos.
—¿Quieres tomar
algo?—preguntó el español al otro jugador.
—¿Un frase mucho
original?—dijo en español el de cabello negro mostrando la primera sonrisa de
la noche.
—Eres cruel
conmigo Besuguin—Mesut se molestó un poco por el mote con el que le nombraron,
Sergio no acostumbraba llamarlo de esa forma y resultaba raro que lo
hiciera—Anda, siéntate.—El sevillano tomó asiento al lado del otro chico
teniendo cuidado de quedar muy cerca del otro—Debemos hablar de lo que pasó,
¿no crees?
—Es confuso…
—Me gustas
Mesut—dijo el español buscando la mirada color chocolate—, tal vez todo esto es
muy raro y no debí besarte, pero me jode que Mourinho te trate así.—Pegó su
frente a la del otro y le atrapó una mejilla con su mano—Te quiero.
—Yo nunca lo
pensé—comenzó a hablar el centrocampista—, y no sé yo qué sentir por ti—dijo
muy lento en su español nada bueno—, pero tu beso…me gustó—dijo lo último en
inglés.
—Supongo que no
soy el primer hombre al que besas.—El alemán negó con la cabeza.
—Müller…
—Ah, ya veo…
—¡Pero ya
no!—dijo de forma fluida y repuso en inglés—sólo somos amigos ahora.
—Entonces estás
completamente soltero.
—Sí, pero tú
tienes novia—musitó Özil cayendo en cuenta de ello y bajó la vista cuando se la
idea de le dio de frente. De pronto todos estaba mal.
—Hey, no,
Mesut—dijo el sevillano levantándole el rostro del mentón— es cosa de mi
representante y esas cosas.
—Tú siempre has
tenido novias y…
—A ver pequeño.
Sí, he tenido muchas novias pero no he querido a ninguna como te quiero a ti. Quizás
sí quise a alguna novia, pero Mesut yo te quiero a ti.—Se acercó más al
centrocampista— Te quiero—dijo ahora en alemán.
—Creo que
podremos intentarlo…¿no?
—Gracias,
pequeño.
—No soy tan
pequeño…
—Para mí si—dijo
y posó sus labios sobre los contrarios.
Era apenas un
contacto que se rompería de un momento a otro; Mesut lo supo cuando el calor
que emanaba de los labios del nacido en Camas disminuyó y el frío de la noche
se coló entre las comisuras de sus labios, pero no estaba dispuesto a dejar ir
ese contacto por eso se impulsó hacia adelante para hacerlo más duradero.
Sergio se
convenció de algo: Mesut quería que lo besara y él quería besarlo mucho más.
Por eso, su mano viajó hasta la nuca de Özil y lo atrajo más hacia él, al
tiempo que iniciaba el movimiento con sus labios y su lengua buscaba
escabullirse entre los de Mesut que no opusieron resistencia alguna a la intromisión. Quizás Sergio
hubiera profundizado más o hubiera prolongado el beso en muchos más, pero no lo
hizo. Había prometido que iría lento con Mesut y a pesar de lo directo que era
con él, sus besos no llegaban más allá.
Cuando el
partido contra el Deportivo había terminado, Sami Khedira, volante del Real
Madrid, había ido en busca del de Camas, para calmar algunas interrogantes que
se habían formado desde que había visto a su mejor amigo besándose con el
defensa central del equipo.
—¿Qué tan serio
es tu interés en Mesut?—cuestionó el alemán al defensa.
—Muy serio,
Sami.
—¿Por qué hasta
ahora?¿O es que de pronto te surgió el interés en Mesut?—inquirió Khedira
dejando escapar un pensamiento que el mismo Mesut tenía atrapado.
—Hoy Mourinho
cruzó la línea con Mesut, Sami.—La mirada del español se alejó de la del
alemán—Lo único que quería era que Mesut volviera a ser el mismo tio que
quiero, sin esa gran tristeza y culpa, por eso lo besé.—Sami le miró, sin
comprender del todo y sin que la explicación le satisficiera por completo—Y él
también me besó.—El volante enarcó una ceja—Mesut también me quiere amigo y por
eso me aseguraré de estar con él.
—Eres mi
amigo y Mesut es como un hermano pequeño
para mío, los quiero pero sé cómo eres y tú cambias de pareja como de
calzoncillos…
—Sami, lo
quiero. Quiero a Mesut, no me gusta solamente…lo quiero—dijo remarcando sus
últimas palabras.
—Pues entonces
más te vale no lastimarlo.
—Es lo que menos
deseo, amigo.
Y mientras
caminaba al vestidor se prometió hacer las cosas bien para no lastimar al 10
del Madrid.
Por eso Sergio
se separó lentamente de los labios de Mesut dejándole extrañado por su acción tan
repentina que terminó fijando ciertos resquicios de decepción en la mirada del
alemán.
—Ya es
tarde—dijo el español con una sonrisa que buscaba tranquilizar al de Alemania.
—¿Estás cansado?
—Tú también ¿no?
Mesut no estaba
seguro de cómo responder esa pregunta, si bien no había jugado todo el partido
si se sentía fatigado, pero estar con su compañero de equipo le hacía olvidar
ese malestar y el provocado por el incidente con su entrenador.
—Ven.—El nacido
en Sevilla se había incorporado y le tendió la mano al 10 del Real Madrid,
quien no tardó en aceptar el gesto.
—¿Dónde
dormiré?—preguntó Mesut en inglés.
—Donde tú
quieras, pequeño—contestó el español con algo de picardía—. Aunque yo quisiera
que durmieras conmigo.
El caminar del
centrocampista se detuvo al instante en que escuchó lo dicho por el otro
jugador, sin lugar a dudas le sorprendía lo directo que podía llegar a ser
Sergio. En seguida Mesut apartó la vista lejos de los orbes cafés del español
que tenían el efecto de hacerlo sentir escrutado, sabía que en sus mejillas se
había acumulado un poco de sangre y eso le molestaba, parecía un adolescente
enamorado; las cosas iban demasiado rápido.
—Sé que suena
tonto—dijo Ramos lentamente en español para que Mesut pudiera comprenderle—,
pero no me quiero separar de ti. Cuando me di cuenta que te quería me parecía
muy lejano algo como esto…y ahora te tengo aquí, junto a mí y no quiero que te
vayas.
—Yo…
—No digas
nada.—El dedo índice del defensa se posó sobre los labios del alemán, quien
tenía la vista fija en los orbes de Sergio, y después de unos segundos atrapó
su mentón con ayuda del pulgar para atraer el rostro del más joven y degustar
de nuevo sus labios.
—Ven, vamos a
dormir.
Y esa noche,
cuando Mesut se metió entre las cobijas llevando una pijama ajena y los brazos
fuertes y cálidos de Ramos lo rodearon, estuvo seguro que le gustaba estar así,
la forma en la que Sergio lo hacía sentir y como lo trataba pero sobre todo, a
Mesut le gustaba ser arrullado por el latir del corazón de la persona que lo
quería.

2 comentarios:
¡Me encanta! Amo tus one shots de Serzil. Mil gracias por hacerlos. Tanto 'Un mago del futbol' como este son GENIALES!!! *___* Gracias.
lxzj<lxjlkjx<lzx lo amo y yo lo leí primero *o* amo como escribes mi nessy lo amo]!!!
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