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amistad,amor,bromance,fic mesut y sergio,futbol,Historia Original,one shot,serzil,slash
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Ser increíble, ser querido
Este one shot vendría siendo el tercer capítulo del fic, que quedamos no es fic es serie de one shots xDD así que es la continuación de No es gustar, es querer
Espero que lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo. Quiero hacer una mensión especial a mi Yani hermosa que siempre me lee sin importar qué y que siempre escucha mis desvarios y me ayuda en mis momentos de bloqueo igual que Rai, una monada de chica que me ayudó a sacar el one shot adelante. Chicas, va para ustedes, las loveo.

En muchas
ocasiones había despertado sintiendo el calor emanado de Rocky, su mascota, y
antes el de su novia, pero hacía tiempo que habían terminado. Ese día despertó
al lado de Sergio Ramos.
Mesut sería un
mentiroso si afirmara que dormía bien, si bien no llevaba la vida nocturna que
la prensa española rumoreaba si era presa de una gran dificultad para
descansar. Pero esa noche lo había hecho. El cansancio fue mucho tanto físico
como emocional, había pasado por una amplia gama de emociones en un solo
momento y descubrió sentimientos que ni siquiera imaginaba sentir, además había
corrido todo el primer tiempo detrás de la pelota. Era agotador. Y durmió como
no recordaba que podía hacerlo y cuando despertó le pareció hacerlo de un largo
sueño, de todos esos sucesos irreales que le susurraban al oído cuan reales
eran; pero sus ojos no reconocieron su entorno y la calidez y opresión brindada
por alguien más le atrajo como garras dirigidas hasta el cielo que lo forzaron
una caída libre que no dolió, porque el escupitajo de verdad le pareció más
agradable que la ilusión de la mentira.
Y la calidez de
Ramos era oro puro.
El alemán se
removió entonces, alejadas ya las cavilaciones, quedando de frente al rostro
del defensa español; para Mesut, Sergio era un hombre alegre, algo tosco pero
siempre inquieto y verlo ahí tan sereno le hacían sentirse privilegiado. Nadie
más tendría ese momento.
—¿Desde cuándo
te veo de esta forma?—preguntó a la nada el centrocampista en alemán—Me besaste
y comencé a quererte—dijo ahora para sus adentros luego de recostarse contra el
pecho del sevillano—. ¿Lo quería antes? Quizás nunca me di cuenta, pero él
siempre fue importante, siempre le importé y siempre ha estado para mí.
Mesut no pensó
más, en ese momento el español comenzó a removerse en su lugar y finalmente
despertó. No importo mucho pensar.
La incomodidad
del despertar quedó en el olvido para el alemán cuando tuvo que enfrentarse a
sus compañeros de equipo; en cuanto puso un pie en Valdebebas se preguntó cómo
iba a comportarse frente a sus amigos.
—Comportémonos
como siempre ¿no?—dijo el español estando aún dentro del porsche de Sergio.