Nuevamente junto a ti
Título: Nuevamente junto a ti
Rated: M (+16)
Pairing: Robner (Robin Van Persie y Alexander Büttner)
Word Count: 1327
Resumen: El final de temporada los separó,
Robin se merecía un descanso, pero en Sydney volvían a encontrarse. No hace
falta más, desde hace tiempo el delantero había comenzado a hacerse un hueco en
el corazón del defensa.
Disclaimer: Robin Van Persie y Alex
Bütter son personas públicas y los derechos de su imagen no me pertenecen,
lo aquí escrito no busca dañar su imagen o lucrar de alguna forma, sólo sano entretenimiento.
Advertencias: Slash, lemon no tan explícito.
Notas de autora: no es muy fácil encontrar
a una chica a la que le guste el futbol y menos que le vaya al Manchester
United (eso es raro, porque es el equipo más popular del mundo), pero Higa, de
quien no sé ni siquiera su nombre, es esa chica inencontrable (sí, sé que no
existe esa palabra). Feliz cumpleaños linda y gracias por soportar mis cosas,
por compartir conmigo esto que antes me lo guardaba para mí…¡ahora tenemos
tantos pairings! Es emocionante. Quisiera escribir algo más decente pero es lo
único que tengo escrito hasta ahora, espero te guste. Con mucho cariño para ti,
de mí :3
Capítulo único
Es
curioso como el tiempo puede parecernos que transcurre muy lentamente o
extremadamente rápido dependiendo de la situación en la que nos encontremos, de
cómo nos sintamos o de que tan ansiosos nos encontremos. Alex estaba ansioso,
muy ansioso y por ende el tiempo transcurría lentamente. Había mirado su
celular para verificar la hora al menos cinco veces en los últimos dos minutos
y cada vez parecía que el tiempo se empeñaba en ir más lento; frustrado dejó a
un lado el teléfono celular y se sentó en el borde de la cama apoyando sus
manos en el colchón mientras miraba el suelo. ¿A qué hora llegaría ese cabrón?
El joven holandés se encontraba solo
porque su compañero de habitación aún no se integraba a la pretemporada. Volvió
a recostarse y confirmó de nueva cuenta que el tiempo apenas había
transcurrido, odiaba eso. Le molestaba enormemente tener que esperar algo.
Alexander Büttner era un joven defensa
holandés de 24 años, pronto jugaría su segunda temporada con el Manchester
United, uno de los grandes equipos de la Liga Inglesa, vivía su sueño. La misma
temporada en la que había llegado al
equipo de Manchester lo había hecho Robin Van Persie, quien se convertiría en
uno de los mejores jugadores del equipo inglés, también era holandés y sin duda
alguna había contribuido a la adaptación de Buttner, pues Robin tenía ya varios
años viviendo en Inglaterra. Alex era sin dudar un jugador fuerte, un tanto
agresivo y muy intenso, algo muy similar a como era fuera de la cancha y por
eso se volvió un gran amigo de Robin.
Volvió a ver su celular, faltaban cinco
minutos para que dieran las ocho de la noche. Y llegaría. Cuando la cena con el
equipo había terminado Alex recibió un mensaje por whats app, era de Robin
diciéndole que el avión ya había aterrizado y desde entonces no había dejado de
ver el reloj de su celular.
Se puso de pie y caminó al baño, estaba
actuando como una chiquilla enamorada y le molestaba, siempre terminaba
haciendo algo vergonzoso por Robin, como esperarle ansiosamente o decir cosas
que simplemente resultaban cursis. Se miró al espejo, era patético. Llevaba el
uniforme deportivo del Manchester United, algo que podría cambiarse, es decir,
si ya se estaba comportando como niñita hormonal podía ser un poquito
divertido.
—Soy patético—dijo mientras se quitaba
la chaqueta.
Entonces la puerta de su habitación se
abrió, desde el baño Alex podía escuchar como una maleta era arrastrada. Van
Persie había llegado.
—¿Bütner?—dijo el delantero al no ver al
joven jugador por ninguna parte.
—En el baño—contestó el defensa al
tiempo que se escuchaba como se caía algo—,¡mierda!
—¿Pasa algo?—preguntó Robin sonriendo.
—Jódete—masculló Alex.
Van Persie dejó a un lado su maleta al
tiempo que se quitaba su chaqueta y se sentaba en la cama, sacó su celular del
bolsillo de su pantalón y puso una canción que hizo que Alex levantara la ceja
inmediatamente. Robin era un idiota. «Hey
pretty baby with the high heels on, you give me fever like I've never, ever
known», se comenzó a escucharse por toda la habitación. Sí, Robin era un
completo idiota.
—¿Quieres quitar eso por favor?—masculló
Alex saliendo del baño.
—¿Por qué? Queda perfecta pretty baby.
Büttner rodó los ojos. Estaba ahí
parado, con tan sólo una playera de resaque y unos bóxer negros, apoyando su
espalda contra el marco de la puerta y sus brazos cruzados sobre su pecho. Van
Persie sonrió, el defensa se veía bastante sexy, tanto cómo para comérselo con
la vista o mejor, simplemente devorarlo.
—No digas estupideces.
«I
like the feelin' you're givin' me. Just hold me baby and I'm in ecstasy.Oh I'll
be workin' from nine to five to buy you things to keep you by my side.»
La canción seguía su curso en tanto que Robin se apoyaba en sus hombros y abría
ligeramente sus piernas para que Alex, que caminaba hacia él, se colocara entre
ellas. Lo besó cuando la canción iba extinguiéndose delineando con su lengua el
labio inferior de Alex, quien se encontraba parado con la cabeza agachada
disfrutando del contacto, y luego se separaron.
—Ey ¿a dónde vas?—dijo Robin cuando el
defensa se alejó de su cuerpo hacia la puerta.
—No quiero que algún idiota
interrumpa—farfulló el más joven, y luego caminó hasta su escritorio donde
estaba su laptop y puso un poco de música. Foo fighters desplazó a Michael
Jackson.
—¿Eso significa que me
extrañaste?—cuestionó el mayor con una sonrisa divertida.
—…Eso significa que vamos a tener sexo,
idiota—musitó Alexander contra los labios del delantero.
—Esa idea me fascina.
La playera que llevaba el delantero
holandés terminó en el suelo junto con su pantalón y él con su espalda contra
la cama enterrando sus dedos entre los cabellos rubios de Alex, quién se
encontraba sobre él devorando su boca. Pronto su torso también quedó desnudo.
Disfrutaban al máximo el contacto de sus pieles y sus labios saboreando cuanto
pudieran, cada rincón de sus cuerpos siendo marcado como propio por el
contrario, buscando reencontrar todo eso que habían perdido en el tiempo que no
se habían visto. ¡Era maravilloso! Y su excitación crecía poco a poco rozándose
contra sí buscando un placer cada vez mayor, luego la necesidad de sentirse más
cerca se fue intensificando y la desnudez se completó. Aún necesitaban sentirse
más cerca, y lo hicieron. Volvieron a unirse alcanzado una vez más el éxtasis
total. Robin disfrutaba siendo envuelto por el interior de Alex, quien dejaba
el orgullo de lado cuando el placer era tanto que los espasmos que sufría le
provocaban expresiones sonoras de las sensaciones que le envolvía y él se
permitía expresarse, ya habían quedado atrás los días de derroche de pasión en
que se reprimía, aquellos lejanos días cuando evitaba a toda costa enamorase de
Robin Van Persie, pero lo había hecho y no había vuelta atrás ¿por qué no
disfrutar de ello? Olvidarse de todo y disfrutar del poco tiempo que tenía con
él era lo único que quería Büttner en ese momento.
—Yo te extrañé—dijo Robin cuando Büttner
se colocó sobre su pecho.
El más joven de los dos futbolistas no
contestó nada, se limitó a realizar círculos sobre los pectorales del delantero
quien le daba un par de besos esporádicamente. Sí, había extrañado tener a Alex
entre sus brazos, había contado los minutos esperando llegar a Sydney para
verlo de nuevo y por fin lo tuvo, y vaya la forma en que lo tuvo. Büttner le
fascinaba por lo áspero que resultaba pero que más bien era un intento por
ocultar la dulzura que realmente tenía dentro de él; a Alex le molestaba
mostrarse cariñoso o dulce, pero terminaba haciéndolo de igual forma y poco a
poco Robin iba ganándose un poco más del corazón de ese defensa, que sin darse
cuenta le había abierto las puertas de su corazón.
El sueño llegó y la música ya no se
escuchaba.
A la mañana siguiente, cuando los rayos
del sol se colaron y rompieron el encanto de Morfeo, Bütter fue el primero que
despertó. Acarició los cabellos negros del delantero holandés, y depositó un
suave beso en uno de sus ojos.
—¿Sabes, Robin? Te extrañé mucho.
Van Persie aún no estaba del todo
despierto pero escuchó claramente lo que le dijo el defensa, cazó sus labios y
se posicionó sobre él.
—Ya lo sabía.
Sí, Van Persie era un idiota, pero junto
a ese idiota el tiempo era tan relativo que le volvía loco, era eterno cuando
estaba sin él y tan rápido cuando estaban juntos que siempre quería más. Pero
no lo cambiaría por nada, por más cursi que sonara.
—Eres un idiota—dijo Büttner contra los
labios de Robin al tiempo que deslizaba sus manos hasta la parte baja de la
espalda del delantero—, sólo por eso te toca abajo.
Robin rió, Alex le encantaba.

1 comentarios:
Me emocionés leyendo esto<3, COMO ADORO A MIS HOLANDESES (toda la selección holandesa es mía, sólo mía :D :D :D) (?... Bueno, lamentablemente no :c.
Debo decirte que leyendo todas tus fics... hiciste que me enamorara de el Criská -u-, bueno, nada... Sigue escribiendo así, de esta forma me comeré todos tus fics(? :3, chausi<3.
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