12/11/13

Nuevamente junto a ti

Título: Nuevamente junto a ti
Rated: M (+16)
Pairing: Robner (Robin Van Persie y Alexander Büttner)
Word Count: 1327
Resumen: El final de temporada los separó, Robin se merecía un descanso, pero en Sydney volvían a encontrarse. No hace falta más, desde hace tiempo el delantero había comenzado a hacerse un hueco en el corazón del defensa.
Disclaimer: Robin Van Persie y Alex Bütter son personas públicas y los derechos de su imagen no me pertenecen, lo aquí escrito no busca dañar su imagen o lucrar de alguna forma, sólo sano entretenimiento.
Advertencias: Slash, lemon no tan explícito.
Notas de autora: no es muy fácil encontrar a una chica a la que le guste el futbol y menos que le vaya al Manchester United (eso es raro, porque es el equipo más popular del mundo), pero Higa, de quien no sé ni siquiera su nombre, es esa chica inencontrable (sí, sé que no existe esa palabra). Feliz cumpleaños linda y gracias por soportar mis cosas, por compartir conmigo esto que antes me lo guardaba para mí…¡ahora tenemos tantos pairings! Es emocionante. Quisiera escribir algo más decente pero es lo único que tengo escrito hasta ahora, espero te guste. Con mucho cariño para ti, de mí :3






Capítulo único

 Es curioso como el tiempo puede parecernos que transcurre muy lentamente o extremadamente rápido dependiendo de la situación en la que nos encontremos, de cómo nos sintamos o de que tan ansiosos nos encontremos. Alex estaba ansioso, muy ansioso y por ende el tiempo transcurría lentamente. Había mirado su celular para verificar la hora al menos cinco veces en los últimos dos minutos y cada vez parecía que el tiempo se empeñaba en ir más lento; frustrado dejó a un lado el teléfono celular y se sentó en el borde de la cama apoyando sus manos en el colchón mientras miraba el suelo. ¿A qué hora llegaría ese cabrón?
El joven holandés se encontraba solo porque su compañero de habitación aún no se integraba a la pretemporada. Volvió a recostarse y confirmó de nueva cuenta que el tiempo apenas había transcurrido, odiaba eso. Le molestaba enormemente tener que esperar algo.
Alexander Büttner era un joven defensa holandés de 24 años, pronto jugaría su segunda temporada con el Manchester United, uno de los grandes equipos de la Liga Inglesa, vivía su sueño. La misma temporada  en la que había llegado al equipo de Manchester lo había hecho Robin Van Persie, quien se convertiría en uno de los mejores jugadores del equipo inglés, también era holandés y sin duda alguna había contribuido a la adaptación de Buttner, pues Robin tenía ya varios años viviendo en Inglaterra. Alex era sin dudar un jugador fuerte, un tanto agresivo y muy intenso, algo muy similar a como era fuera de la cancha y por eso se volvió un gran amigo de Robin.
Volvió a ver su celular, faltaban cinco minutos para que dieran las ocho de la noche. Y llegaría. Cuando la cena con el equipo había terminado Alex recibió un mensaje por whats app, era de Robin diciéndole que el avión ya había aterrizado y desde entonces no había dejado de ver el reloj de su celular.
Se puso de pie y caminó al baño, estaba actuando como una chiquilla enamorada y le molestaba, siempre terminaba haciendo algo vergonzoso por Robin, como esperarle ansiosamente o decir cosas que simplemente resultaban cursis. Se miró al espejo, era patético. Llevaba el uniforme deportivo del Manchester United, algo que podría cambiarse, es decir, si ya se estaba comportando como niñita hormonal podía ser un poquito divertido.
—Soy patético—dijo mientras se quitaba la chaqueta.
Entonces la puerta de su habitación se abrió, desde el baño Alex podía escuchar como una maleta era arrastrada. Van Persie había llegado.
—¿Bütner?—dijo el delantero al no ver al joven jugador por ninguna parte.
—En el baño—contestó el defensa al tiempo que se escuchaba como se caía algo—,¡mierda!
—¿Pasa algo?—preguntó Robin sonriendo.
—Jódete—masculló Alex.
Van Persie dejó a un lado su maleta al tiempo que se quitaba su chaqueta y se sentaba en la cama, sacó su celular del bolsillo de su pantalón y puso una canción que hizo que Alex levantara la ceja inmediatamente. Robin era un idiota. «Hey pretty baby with the high heels on, you give me fever like I've never, ever known», se comenzó a escucharse por toda la habitación. Sí, Robin era un completo idiota.
—¿Quieres quitar eso por favor?—masculló Alex saliendo del baño.
—¿Por qué? Queda perfecta pretty baby.
Büttner rodó los ojos. Estaba ahí parado, con tan sólo una playera de resaque y unos bóxer negros, apoyando su espalda contra el marco de la puerta y sus brazos cruzados sobre su pecho. Van Persie sonrió, el defensa se veía bastante sexy, tanto cómo para comérselo con la vista o mejor, simplemente devorarlo.
—No digas estupideces.
«I like the feelin' you're givin' me. Just hold me baby and I'm in ecstasy.Oh I'll be workin' from nine to five to buy you things to keep you by my side.» La canción seguía su curso en tanto que Robin se apoyaba en sus hombros y abría ligeramente sus piernas para que Alex, que caminaba hacia él, se colocara entre ellas. Lo besó cuando la canción iba extinguiéndose delineando con su lengua el labio inferior de Alex, quien se encontraba parado con la cabeza agachada disfrutando del contacto, y luego se separaron.
—Ey ¿a dónde vas?—dijo Robin cuando el defensa se alejó de su cuerpo hacia la puerta.
—No quiero que algún idiota interrumpa—farfulló el más joven, y luego caminó hasta su escritorio donde estaba su laptop y puso un poco de música. Foo fighters desplazó a Michael Jackson.
—¿Eso significa que me extrañaste?—cuestionó el mayor con una sonrisa divertida.
—…Eso significa que vamos a tener sexo, idiota—musitó Alexander contra los labios del delantero.
—Esa idea me fascina.
La playera que llevaba el delantero holandés terminó en el suelo junto con su pantalón y él con su espalda contra la cama enterrando sus dedos entre los cabellos rubios de Alex, quién se encontraba sobre él devorando su boca. Pronto su torso también quedó desnudo. Disfrutaban al máximo el contacto de sus pieles y sus labios saboreando cuanto pudieran, cada rincón de sus cuerpos siendo marcado como propio por el contrario, buscando reencontrar todo eso que habían perdido en el tiempo que no se habían visto. ¡Era maravilloso! Y su excitación crecía poco a poco rozándose contra sí buscando un placer cada vez mayor, luego la necesidad de sentirse más cerca se fue intensificando y la desnudez se completó. Aún necesitaban sentirse más cerca, y lo hicieron. Volvieron a unirse alcanzado una vez más el éxtasis total. Robin disfrutaba siendo envuelto por el interior de Alex, quien dejaba el orgullo de lado cuando el placer era tanto que los espasmos que sufría le provocaban expresiones sonoras de las sensaciones que le envolvía y él se permitía expresarse, ya habían quedado atrás los días de derroche de pasión en que se reprimía, aquellos lejanos días cuando evitaba a toda costa enamorase de Robin Van Persie, pero lo había hecho y no había vuelta atrás ¿por qué no disfrutar de ello? Olvidarse de todo y disfrutar del poco tiempo que tenía con él era lo único que quería Büttner en ese momento.
—Yo te extrañé—dijo Robin cuando Büttner se colocó sobre su pecho.
El más joven de los dos futbolistas no contestó nada, se limitó a realizar círculos sobre los pectorales del delantero quien le daba un par de besos esporádicamente. Sí, había extrañado tener a Alex entre sus brazos, había contado los minutos esperando llegar a Sydney para verlo de nuevo y por fin lo tuvo, y vaya la forma en que lo tuvo. Büttner le fascinaba por lo áspero que resultaba pero que más bien era un intento por ocultar la dulzura que realmente tenía dentro de él; a Alex le molestaba mostrarse cariñoso o dulce, pero terminaba haciéndolo de igual forma y poco a poco Robin iba ganándose un poco más del corazón de ese defensa, que sin darse cuenta le había abierto las puertas de su corazón.
El sueño llegó y la música ya no se escuchaba.
A la mañana siguiente, cuando los rayos del sol se colaron y rompieron el encanto de Morfeo, Bütter fue el primero que despertó. Acarició los cabellos negros del delantero holandés, y depositó un suave beso en uno de sus ojos.
—¿Sabes, Robin? Te extrañé mucho.
Van Persie aún no estaba del todo despierto pero escuchó claramente lo que le dijo el defensa, cazó sus labios y se posicionó sobre él.
—Ya lo sabía.
Sí, Van Persie era un idiota, pero junto a ese idiota el tiempo era tan relativo que le volvía loco, era eterno cuando estaba sin él y tan rápido cuando estaban juntos que siempre quería más. Pero no lo cambiaría por nada, por más cursi que sonara.
—Eres un idiota—dijo Büttner contra los labios de Robin al tiempo que deslizaba sus manos hasta la parte baja de la espalda del delantero—, sólo por eso te toca abajo.
Robin rió, Alex le encantaba.

1 comentarios:

Me emocionés leyendo esto<3, COMO ADORO A MIS HOLANDESES (toda la selección holandesa es mía, sólo mía :D :D :D) (?... Bueno, lamentablemente no :c.
Debo decirte que leyendo todas tus fics... hiciste que me enamorara de el Criská -u-, bueno, nada... Sigue escribiendo así, de esta forma me comeré todos tus fics(? :3, chausi<3.

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