Enamorado otra vez
Título: Enamorado
otra vez
Rated: T (13+)
Pairing: Wayne Rooney y Juan
Mata
Word Count: 2017
Resumen: Había pasado
mucho tiempo sin que Rooney tuviera sentimientos por un compañero de equipo,
poco a poco Mata se hará un hueco en su vida.
Disclaimer: Wayne Rooney
y Juan Mata son personas públicas y los derechos de su imagen no me pertenecen,
lo aquí escrito no busca dañar su imagen o lucrar de alguna forma,
sólo sano entretenimiento.
Advertencias: slash (¿) forever
Notas de autora: Okay hace
mucho que no escribo y quiero hacerlo pero la universidad me tiene atada, la
verdad es que no sé de qué va esto pero en el fondo me ha gustado así que se
los comparto. Espero les guste :D Si hay alguna duda no duden en preguntar xD
Enamorado otra vez
Capítulo único
Capturar
miradas
La temporada del Manchester United era
desastrosa, era peor que aquella en la que habían sido eliminados de Europa
League; el mal funcionamiento era la tónica de cada partido, no jugaban a nada
y Wazza había tenido que volver a jugar en mediocampo a pesar de que su nuevo
entrenador le había jurado que jamás ocuparía esa posición nuevamente, pero el
equipo lo necesitaba y estaba dispuesto a asumirlo. Esa tarde habían perdido
nuevamente, era doloroso, más para él y para lo más veteranos, porque el
Manchester United no solía perder, no así. ¿Era Sir Alex Ferguson el Manchester
United? Quizás sí.
Suspiró, últimamente lo hacía mucho. Estaba
sólo en el vestuario o eso creía, de pronto alguien irrumpió en la habitación,
era el jugador español que había llegado meses atrás, en el mercado de
invierno. Juan Mata, había olvidado algo según dijo.
—Oye Rooney—dijo el español en un inglés
bastante bueno, el delantero hizo contacto visual—, siempre vienen cosas buenas
de los momentos difíciles.
El delantero inglés lo miro detenidamente
procesando sus palabras o más bien intentando entender por qué justo él, un
hombre que apenas lo conocía, le decía eso.
—No es tu culpa—dijo Juan antes de amagar una
sonrisa y salir de los vestuarios.
Wayne Rooney se preguntó si era tan
transparente como para que alguien como Mata supiera lo que pensaba.
Entonces Rooney no pudo dejar de mirarlo, en
cada sesión de entrenamiento, en el campo, siempre intentó descubrir algo más
del español, algo que le diera una pista de cómo es que él podía verlo tan
claramente.
Clase
Rooney no se consideraba alguien elegante,
no, él era maleducado, tosco, sus bromas a menudo rayaban en lo pesado. Él no
era nada así. Juan Mata sí, el hombre derrochaba clase; además a Juan le
gustaban temas como la economía y a menudo Rooney no se sentía lo
suficientemente cómo compartiendo una charla seria con Mata, por lo que siempre
terminaban hablando del futbol. El español era amable, educado y elegante.
—¿Qué?—preguntó el español un día, estaba
compartiendo asiento en el avión con Ander Herrera, el nuevo fichaje español
del Manchester United.
—Eres el tipo de hombre que toda mujer sueña
con presentar a su madre y que toda suegra estaría deseosa de aceptar en su
familia—dijo el inglés en tono bajo, Ander estaba escuchando música y Rafael y
el resto de los hispanohablantes mantenían una acalorada conversación sobre la
música, pero aún alguien podría escucharlos. Carrick por ejemplo.
—¿Qué dices Wazza?—cuestionó Juan sonriendo.
—Olvídalo—dijo el delantero haciendo un gesto
desinteresado con la mano.
—Anda, dime.
—Ya lo dije—pronunció resuelto el inglés.
—Bien, pero si fuera ese hombre que dices no
estaría soltero.
El inglés sonrió.
Celos
Wayne suspiró. La última vez que había
experimentado un sentimiento similar al que lo embargaban en ese instante había
sido varios años atrás cuando viendo los resúmenes de los partidos del fin de
semana de las principales ligas de futbol de mundo fue testigo del cariño entre
su ex amante y cierto futbolista brasileño. Con Coleen, su esposa, eso hacía
tiempo que había terminado, quizás fue un poco antes de casarse que había
perdido la capacidad de sentir celos por ella. Y ahora estaban de nuevo en su
vida. Era bastante jodido estar celoso, pero lo era más sentirse así cuando no
existía ningún lazo que lo ligara al otro chico.
Un chico de nuevo. Rooney volvió a suspirar
quedamente, quizás los chicos eran más que sólo una fase. Quizás Cristiano
Ronaldo no era el único. Todo estaba jodido.
Fue Carrick quién lo sacó de su ensimismamiento
golpeándolo suavemente en el costado con su codo, la mirada del centrocampista
era clara: concéntrate y deja las tonterías a un lado. Michael Carrick no era
una persona que necesitara hablar mucho, a veces ni siquiera hablar, y de todos
los jugadores del Manchester United era con el que más tiempo había compartido.
Al final de cuentas eran los únicos que quedaban en el club que hubieran ganado
la Champions con los Red Devils. Y Carrick lo conocía bastante bien.
Rooney dio una última hacia su izquierda, a
unos treinta metros los jugadores españoles estaban partiéndose de risa, David De Gea tenía un brazo sobre los hombros
de Juan Mata.
Revelación
La primera vez que Rooney abrazó a Coleen cuando
eran tan sólo unos adolescentes él sintió que ese debía ser su lugar en el
mundo, que en ninguna otra parte encajaría mejor. Luego conoció a Cristiano
Ronaldo y esa aseveración pareció ser un poco incorrecta. Cuando celebró ese
gol con Mata se sintió de una forma muy similar y era extraño porque no era la
primera vez que celebraban juntos, se habían abrazado en ocasiones anteriores.
—Bien hecho capitán—alcanzó a escuchar el
inglés. Sonrió.
Días después se reunió con Michael Carrick,
el centrocampista parecía querer decir algo a su capitán pero no se decidía a hacerlo;
tenía esa mirada a la nada con el cejo arrugado y los labios ligeramente
apretados que sólo significaban que Carras estaba pensando fuertemente en algo.
—Tenías esa misma expresión—dijo el
centrocampista antes de tomar un poco de té.
—¿De qué hablas hermano?—preguntó el
delantero sintiéndose extrañamente intimidado.
—Cuando abrazaste a Mata—dijo el otro
tranquilamente. Rooney sólo se limitó a observarlo confundido—, así comenzó con
Roonie.
Wayne apretó la mandíbula. Carrick era un
hombre de perfil bajo, sabía cuándo callar y a lo largo de los años había
sabido mantenerse a raya con respecto a la relación que Rooney y Cristiano
Ronaldo habían mantenido, jamás había dicho algo a pesar de que el delantero
inglés sabía que era consciente de ello. Llamarlo Roonei era casi un golpe bajo.
—No sé de qué estás hablando…
—Hermano, sólo no quiero volver a verte mal.
Sí, Mata apenas había jugado esa temporada.
Los rumores de su partida eran frecuentes.
—Si…yo lo sé, sé que te preocupas por mí pero
todo está bien. Mi matrimonio, mis hijos, soy el maldito capitán del club que
amo y de la selección…no pasa nada.
—¿Te has pasado tanto tiempo observándolo y
jamás te has dado cuenta?
Antes de que Rooney pudiera decir algo el
celular de Carrick comenzó a sonar.
Manchester
—¿Crees que puedas acompañarme?—preguntó Mata
con tranquilidad.
—S-sí, bueno…¿Ander y David no pueden?—La
pregunta había salido sola, en realidad Mata pasaba casi todo el tiempo con sus
compatriotas ¿por qué querría pasar tiempo con él? De nuevo se sentía celoso.
—No es
eso…tu y yo casi no pasamos tiempo juntos—dijo el español mirando a un punto
cercano al hombro de Rooney.
—Oh…sólo déjame avisar que no llegaré a
comer—dijo el inglés sonriendo.
—Oh no, podemos ir más tarde…
—No te preocupes, si quieres conocer un poco
más la ciudad necesitaremos varias horas.
Rooney descubrió que Manchester era una
ciudad más bella de lo que recordaba, Juan Mata parecía quedar impresionado con
pequeños detalles que él jamás había tomado en cuenta. Dar un paseo por las afueras
de la ciudad era un poco riesgoso, cualquiera podría darse cuenta de quien eran
ambos, pero valía la pena a cambio de pasar una tarde tan agradable.
—¿Qué es lo que más te gusta de
aquí?—preguntó de pronto Juan Mata a su compañero.
—…supongo que a pesar de todo la gente es muy
unida ¿sabes? Han salido adelante.
—¿Hablas de la ciudad o del United?
—Ambos…sabes, cuando era niño crecí odiando
al Liverpool y fichar por el United, su gran rival, me dio la oportunidad de
seguir odiándolos…pero me dio mucho más. De pronto entiendes que este club es
mucho para todas estas personas y te das cuenta de todo lo que tuvieron que
pasar para ser lo que son…es demasiado grande…su grandeza va más allá.
—Los amas…y ellos te aman.
—¿Tú no? Ellos te aman también.
—Los ingleses son grandes fans—dijo el
español mirando al suelo.
—El Manchester United es tu club ahora y
recuerda esto siempre: ellos te apoyarán siempre.
—Mientras no les falte al respeto o los
traicione ¿no?
—Los niños bonitos y educados como tú no
traicionan—dijo Rooney y Mata sonrió.
Sus hombros chocaron y disfrutaron del
atardecer en completo silencio.
Un
punto de inflexión
Se había terminado. El Arsenal ganó el
partido y se llevó con él todas las ilusiones de los Red Devils, la FA Cup era
la única competición que les quedaba y se les había escapado. Rooney estaba
furioso, pero no lo demostraba tanto pues debía mantener la serenidad, era el
capitán después de todo. Pero ciertamente se encontraba molesto, más consigo
mismo que con nadie más, él debería haber hecho más, quizás si hubiera buscado
más los espacios hubiera tenido más oportunidad o tal vez debió ayudar más en
la defensa. Debió haber hecho algo.
Habló con sus compañeros antes de meterse en
la ducha, les dijo que debían esforzarse más, les habló de la importancia que
tenían los trofeos para el Manchester United, les dijo que su único objetivo a
partir de entonces era entrar en posiciones de Champions y les prometió que
encontrarían el buen funcionamiento y lograrían muchas cosas, pero todos debían
esforzarse. Debían aprender de la derrota. Entonces se apartó a las duchas,
quería creer su propio discurso. Quería que la gloria regresara al Manchester
United. Dejó que el agua se llevara sus dudas al drenaje.
—Nunca rendirse ¿no?—preguntó Mata a su capitán,
el español estaba sentado en el lugar que ocupaba en el banquillo del
vestuario.
—El Manchester United es el equipo que logró
anotar el gol del empate en el último suspiro del partido en la final de la
Champions, lo ganaron en los tiempos extra…es imposible no creer que se puede
ganar el partido cuando jugas para el Manchester United—dijo Rooney, estaba
cansado, pero sabía que Mata necesitaba entender todo eso.
—Pero nosotros no comprendemos eso ¿no?
—No, los otros chicos aún no lo asimilan.
Creo que tú eres de los que mejor comprendes lo que significa jugar aquí…David
y tú.—Era incluso difícil ponerlos en una misma oración, le daba celos.
—Es que veo lo importante que es para
ti.—Rooney entrecerró los ojos sin comprender—Siempre tienes esa mirada llena
de determinación y entrega…darías todo porque tu equipo ganara.
—Nuestro equipo.
Y Rooney puede ver esa entrega y
determinación en la mirada de Mata cuando se incorpora y presiona su hombro con
una de sus manos.
—Lo lograremos—dice Wayne cuando comienza a
vestirse.
Victoria
Antes de salir al túnel Rooney y Carrick
hablan con sus compañeros, les recuerdan la importancia del partido, lo
trascendente que es el club y la gloria que les espera. Da resultado, la pasión
en las palabras del capitán y el subcapitan
llegan a sus compañeros y firman la mejor primera parte de la temporada.
Y Mata anota, así como Rooney, y ambos vibran cuando celebran los goles por la
emoción de la victoria pero también por el contacto entre sus pieles y toda la
tensión que se venía acumulando parece desbordarlos, pero logran controlarse.
Y esa noche Rooney aparece frente a la puerta
de la casa de Mata y el español sonríe ampliamente cuando lo ve, ya adentro
captura sus labios e inician su propia celebración.
Rooney no vuelve a recordar a Cristiano ni a
su esposa esa noche.
Todos
está bien
Es el partido más importante de la temporada.
Era el Liverpool, a quienes odiaba completamente, en Anfield. Quería ganar y
aunque no hazo su mejor partido el Manchester United gana y Rooney celebró los
goles de Mata.
Hubo muchas fotos que fueron a Instagram y
Twitter, pero la selfie de Wazza y Mata no llegó a circular por las redes
sociales, era para deleite personal, según susurró el español muy cerca de la
oreja de su capitán. Rooney prefiere otro tipo de deleites, por eso tomó la
mano de Juan Mata discretamente cuando viajaron de regreso a Manchester.
Esa noche Carrick le manda un mensaje de
texto.
Felicidades.
Te lo mereces :D
Rooney sonrío. Ahora todo estaba bien, su
familia, el Manchester United y su corazón.

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