Chronicles under wings

Título: No es extraño

Rated: T (13+)

Pairing: Felluzaj (Maoruane Fellaini y Adnan Januzaj)

Word Count: 362

Resumen: La interacción entre Fellaini y Januzaj puede llamar la atención, pero con el tiempo sus acciones se vuelven tan comunes que dejan de ser extrañas. 

Disclaimer: Marouane Fellaini y Adnan Januza  son personas públicas y los derechos de su imagen no me pertenecen, lo aquí escrito no busca dañar su imagen o lucrar de alguna forma, sólo sano entretenimiento.

Advertencias: ¿slash? forever

Notas de autora: Digamos que es el producto del estrés de final de semestre...y amo a Adnan y el felluzaj y estoy bloqueada con el fic que escribo de ellos y me siento muy mierda y escribí esto y estoy escribiendo muchas "ys"

Fellaini dirió una mirada feroz a Hazard, éste tenía su brazo alrededor del cuello de Januzaj, el joven jugador del Manchester United sonreía ampliamente, luego se cruzó con la mirada del centrocampista belga y con un poco de tacto se deshizo del agarre de su compañero de selección. Fellaini había sido sobreprotector con él así que no era algo insólito que tomara ese tipo de juegos “rudos” de mala forma. Hazard pareció no notar la mirada desaprobatoria del joven de peinado afro.

No era extraño que Adnan Januzaj y Marouane Fellaini compartieran habitación durante la concentración de la selección belga. Lo habían hecho desde el momento en que coincidieron en el Manchester United, luego la lucha de Fellaini por llevar a la joven promesa a la selección belga provocó que pasaran mucho tiempo juntos.

Tampoco era extraño  que Fellaini o el propio Januzaj abandonaran sus camas por la noche y se colaran en la del otro; habían comenzado con esa extraña rutina tiempo después del largo abrazo que habían compartido luego de una derrota desastrosa.

—En la tarde creí que golpearías a Eden…—Adnan estaba recostado sobre el dorso de Fellaini en su cama.

—¿Ahora es Eden?—dijo el mayor, torciendo el gesto al hacerlo.

—¿Es en serio?—dijo incorporándose.

—No me gusta que te toquen así.—Adnan se quedó mirándolo sin terminar de creer lo que había salido de su boca, entonces su gesto cambió drásticamente y comenzó a reírse como si no pudiera parar.

—Ellos no pueden tocarme como tú—musitó el joven futbolista luego de sentarse sobre el abdomen de Marouane.

No, no era extraño que Fellaini tuviera esa mirada depredadora y que sus manos serpentearan por el cuerpo de Adnan. No era extraño que ellos se amaran esa noche cuando lo habían venido haciendo desde meses atrás, cuando desde se conocieron había existido algo especial.